(Por Mireia Esteva)
Nuestro inefable president de la Generalitat, que aún no ha hecho nada como tal, ni piensa hacerlo, aparte de crispar y amenazar, ha ordenado que la policía multe a los que retiren las bolsas de basura de las calles. Si llenar el espacio público de estos plásticos es libertad de expresión, multar a los que los quitan no deja de ser una curiosa expresión de la utilización autoritaria del poder, favoreciendo la expresión de unos ciudadanos en detrimento de la expresión de los otros.
Toneladas de amor amarillo, Crónica Global (8/9/2018)